Significa que el emisor cuenta con una prueba fehaciente de dicha comunicación, que incluye generalmente la constancia de su transmisión, el contenido comunicado, las fechas y horas transmisión, entrega y apertura, así como la identificación de las partes mediante las direcciones de origen y destino.
Una copia exacta del contenido del correo electrónico certificado está custodiado y puede ser utilizado como prueba en un juicio junto con el acta notarial del depósito y un informe pericial o declaración jurada (affidávit), facilitando así todos los datos sobre su envío, su recepción, el contenido enviado, la fecha y la hora.